El Servicio Andaluz de Salud sigue sufriendo una crisis asistencial e institucional sin precedentes en la comunidad. El principal proveedor sanitario del sistema de salud público de Andalucía sigue siendo destartalado progresivamente y los efectos de este desgaste son cada vez más alarmantes para la población andaluza. Una de las comarcas de la geografía autonómica que más está sufriendo este menoscabo es la Sierra Sur sevillana, donde, si bien la respuesta asistencial del servicio sanitario es paupérrima durante todo el año, estas navidades, esta se ha visto agudizada con mayor preocupación si cabe. Durante estas fiestas, decenas de vecinos y vecinas de municipios de esta comarca sevillana como Gilena han denunciado el “cierre de agenda” por parte del consultorio médico de la localidad para ver a cualquier especialista hasta después de estas fechas, disponiendo exclusivamente de un servicio de urgencias.
Este área de atención acuciante, como han expuesto en diversas publicaciones de Tik Tok numerosísimos ciudadanos de estas localidades sureñas de la provincia sevillana, además, solo ha contado, en el mejor de los casos, con un profesional médico que atendiese a los afectados y afectadas. El personal restante en gran parte de los centros médicos de estas localidades comarcales es de Enfermería. “He llegado al consultorio y ahora sin médico. No hay médico”, lamentaba una vecina gilenense. “Me mandan aquí a Enfermería, pero yo no quiero Enfermería”, criticaba otra.
La suspensión de la agenda médica programada para estas fechas y la escasez de facultativos médicos no han sido, sin embargo, las únicas problemáticas a las que han hecho frente durante las festividades navideñas los municipios de la Sierra Sur de Sevilla, cuya población supera los 88.000 habitantes, que representa el 4,7 % de la demografía sevillana y que está compuesta de un total de 18 localidades. Los enfermos y enfermas se han visto obligados por el SAS a personarse en el consultorio médico para coger cita y ser atendidos posteriormente, abocando a todos ellos y ellas a mantenerse en espera durante largos lapsos horarios pese a sus delicados estados de salud. Un hándicap que ha causado estupor, perplejidad y visible enojo entre estos y sus acompañantes: “No veo justo que una persona con covid, con 40º C de fiebre, venga a coger un número para ser atendida. ¡Que tiene que venir el enfermo, con 40º C de fiebre y con covid!”, reprobaba una gilenense. “He llegado al consultorio. Mi hija con 40º C de calentura. Y ahora me han dicho que tiene que venir ella, porque si no, no le dan cita. Dicen que tiene que venir ella personalmente. Y encima a Enfermería. Sin médico”, reportaba otra vecina, de la misma forma.
Ante este abanico de dificultades anteriores los afectados y afectadas y el entorno familiar que les ha acompañado han querido interponer sus respectivas quejas ante el SAS, pero les ha sido imposible. El centro médico carecía de libro de registro de estas, teniendo, consecuentemente que llamar a la Guardia Civil para que esta haga parte de la incidencia “Hoy es 4 de enero y son las 11: 10 h de la mañana. Estamos en la puerta del consultorio de Gilena para hacer reclamaciones porque la agenda esté cerrada hasta después de Reyes. Nos hemos encontrado que no tenemos libro de reclamaciones. Hemos llamado al 062 y ha estado aquí la Guardia Civil haciendo acta para que lo tengamos”, denunciaba una de las representantes de la Plataforma por la sanidad pública de Gilena.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).