Blas Infante sigue más presente que nunca en la memoria colectiva de Andalucía y del pueblo andaluz. El, reconocido oficialmente, Padre de la Patria Andaluza, ilustre precursor de la lucha por la consecución del autogobierno de Andalucía y por reivindicar el derecho de todos los andaluces y andaluzas a la autonomía y a la posibilidad de dictaminar su futuro, murió fusilado a manos de varios falangistas en la madrugada del lunes 10 al martes 11 de agosto de 1936, algo menos de un mes más tarde de que se iniciase el golpe de Estado militar. Lo hizo, ahora bien, con una sentencia clara: «¡Viva Andalucía Libre!».
Esta cita, más andalucista que ninguna, del ilustre pensador malagueño, natural del municipio de Casares, y que ya se ha convertido, como él mismo, en icónica en el andalucismo, fue la última que profirió Infante antes de ser asesinado en el kilómetro 4 de la carretera que unía Sevilla con Carmona. Lo revelaba, así, su hija, María de los Ángeles Infante, quien falleciese hace en este mes de abril a los 93 años de edad, en una entrevista concedida en 2007 al también extinto y sempiterno periodista andaluz Jesús Quintero durante su programa ‘El loco de la colina’, emitido en la radiotelevisión pública andaluza.
María de los Ángeles tenía solo seis años cuando su padre fue capturado el 2 de agosto, ocho días antes de que fuese disparado. El insigne andalucista fue llevado a la muerte sin la oportunidad de defenderse en un juicio, siendo víctima de la llamada figura de «bando de guerra», el eufemismo utilizado por los golpistas para denominar su justicia sumarísima. Hoy, casi 90 años después, su cuerpo sigue estando en una fosa común en el cementerio sevillano de San Fernando.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).