En la madrugada del 18 de agosto de 1936, el ilustre poeta andaluz y granadino Federico García Lorca, buque insignia de las letras nacionales, era fusilado por el régimen franquista en el Barranco de Víznar, el lugar más sangriento de los elegidos por el bando nacional en territorio granadino para ejecutar a los republicanos. Como dijeron sus propios enemigos, a Federico lo mataron «por rojo y por maricón», pero los anales cuentan que no acaba ahí las razones de su asesinato.
Su última obra de teatro, ‘La Casa de Bernarda Alba’, la ya sempiterna dramaturgia que escribió en la primavera de 1936, meses antes de que fuera tiroteado el poeta, y que no llegó a ver representada en un escenario el de Fuentes Vaqueros (Granada), contemplaba ciertos personajes en la historia que tenían rostro, nombres y apellidos semejantes a los que el propio Lorca había visto con sus propios ojos en un pueblo de la provincia granadina al que la familia del dramaturgo se había trasladado cuando este solo tenía ocho años: Asquerosa -hoy Valderrubio-.
En el pelotón de fusilamiento que acabó con su vida en 1936, se encontraba un pariente directo de Pepe Benavides, en quien se inspiraba el personaje en la obra de ‘Pepe el Romano’. Este familiar que participó en el fusilamiento de García Lorca tenía el nombre de Antonio Benavides, paradójicamente, y para mayor ‘casualidad’ -si cabe-, el nombre del marido de Bernarda Alba que muere al principio de la obra y del que se anda guardando luto -Antonio María Benavides-. Una coincidencia que hace pensar que pudo existir una venganza personal premeditada tras el asesinato del icónico escritor andaluz, al menos, por parte de Benavides.
Pepe Benavides Peña, al que todos los hombres de su familia le apodaban ‘el romano’, era un agricultor y propietario de la zona, militante del partido conservador ‘Acción Popular. En 1919, se casó con Amelia, una de las hijas de Francisca Alba, una vecina del citado municipio de Valderrubio, a la que apodaban Frasquita, que era viuda y que ejercía un poder tiránico sobre sus hijas solteras, a las que no dejaba salir de casa. El matrimonio de Pepe con Amelia solo duró un año porque la joven murió dando a luz, casándose posteriormente Benavides con Consuelo, la hermana pequeña de Amelia.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).