Solo dos días han transcurrido desde que la consejera de Igualdad andaluza, Loles López (PP), se borrase de las movilizaciones convocadas en torno al Día Internacional de la Mujer (8-M) por estar, según argüía, «marcadas por la ideología» hasta conocer un nuevo crimen machista en la comunidad andaluza, el segundo territorio de España que más crímenes machistas registró en 2024, con un total de 10 de las 48 víctimas mortales contabilizadas.
Este mismo lunes 10 de marzo, se confirmaba que la mujer de 78 años que falleció en el municipio jiennense de Martos días antes, el 4 de marzo, fue asesinada a manos de su cónyuge, quien en un principio declaró que su pareja había fallecido a causa de un accidente fortuito, tras caerse, según aseguraba, por las escaleras.
Algunas piezas no terminaban de encajar en lo sucedido y la Guardia Civil comenzó a investigar hasta descubrir que había motivos para creer que la fallecida pudo no morir accidentalmente, sino todo lo contrario. La autopsia ha acabado revelando posibles malos tratos físicos, por los que el presunto asesino se encuentra ya en prisión provisional a orden del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Jaén.
Tras confirmarse el nuevo crimen machista en Andalucía, la máxima responsable autonómica de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad condenó el desgraciado suceso en nombre del Gobierno andaluz, mostrando su «pesar, dolor y rechazo» ante este nuevo caso de violencia de género. Unas palabras de pesar que, ahora bien, desentonan completamente con la negativa mostrada por Loles López a sumarse a las manifestaciones por el Día de la Mujer, que, entre otras muchísimas cuestiones, protestan contra la lacra social que todavía es la violencia de género en España.

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).