Artículo de Jorge Ibáñez, secretario general de Juventudes Socialistas de Granada: "andalucistas de pacotilla"

Andalucistas de pacotilla

El otro día escribía sobre la necesidad de aportar a Andalucía un esquema básico de equilibrio territorial, algo que pasaba por apostar o, al menos, no entorpecer las zonas rurales y económicamente y socialmente deprimidas de Andalucía para ponerlas en pie de igualdad con las zonas urbanas.

A la vez que escribía ese artículo, se debatía en el Parlamento Andaluz una propuesta del Grupo Parlamentario Socialista para crear una ponencia de debate y reflexión sobre el Estatuto de Autonomía de 2007 y su desarrollo en nuestra tierra aumentando el techo competencial y ejerciendo dichas competencias.

Como era de esperar, un Partido Popular y un Moreno Bonilla que son más de posturear que de actuar votaron que no. Lo hicieron por una lógica racionalista: a más competencias, más necesidad de gestión y de trabajo, y, últimamente, el Gobierno andaluz está más preocupado de aparentar que de trabajar.

Son andalucistas de pacotilla que ocupan su tiempo en intentar cuestionar y confrontar con el Ejecutivo central —que está en funciones— en vez de hacer su trabajo y mejorar la vida de los andaluces. Esta semana, se ha demostrado, que la insolvencia y la incapacidad del gobierno de Moreno Bonilla, es patente. Ha tenido que venir la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a demostrarle a los regantes andaluces que la propuesta de Moreno Bonilla con el tema de Doñana era un señuelo electoral y que la única vía pasa por establecer un plan que busque el equilibrio entre explotación económica y protección ecológica.

Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, con la bandera andaluza del revés

El Partido Popular no sabe gestionar. Bueno miento: sí sabe gestionar la fiscalidad. Sus primeras medidas estrella fueron las de bajar impuestos a los ricos (2% de la población andaluza) mientras regalaba unos céntimos al resto de andaluces (98%), jactándose, claro está, de que lo primero traería inversión a nuestra tierra, a lo segundo. Nada más lejos de la realidad.

Los indicadores económicos de Andalucía son pesimísimos, el paro sigue subiendo y la Junta de Andalucía no es capaz de poner en marcha planes de empleo para jóvenes o planes formativos, pese a que siguen recortando en educación y someten a la sanidad pública a una guerra sin cuartel para favorecer a empresas privadas, incluso a hospitales fuera de Andalucía -como alguno murciano-.

Todo esto, a la par que hacen gala de su incapacidad para ofrecer una vida digna a los andaluces y andaluzas: no se habla de vivienda, no hay nada nuevo en mejoras de ,las condiciones laborales, tampoco le conceden interés a la salud mental e, indudablemente, ni están ni se les espera en torno al cambio climático —de hecho, no solo eso, sino que no son pocos los postulados negacionistas que han llegado a comprarle a Vox-—.

En Andalucía se habla de Cataluña para evitar tener que dar explicaciones, y Moreno Bonilla antes de mirar hacía fuera, debería preocuparse de gestionar, de una vez por todas, nuestra CCAA.

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