Artículo de opinión de las 'Juventudes Socialistas de Huelva': 'La desmemoria democrática de los jóvenes"

La desmemoria democrática de los jóvenes

A la mayoría de los jóvenes de ahora -por suerte-, nos queda muy lejos aquella maldita Guerra Civil que sumió a España bajo la sombra de un pajarraco negro. Aquella sombra que, aún, reaparece de vez en cuando por la sociedad española e incluso por los pasillos del Congreso de los Diputados y demás instituciones nacionales.

Lo que, sin duda, más me asombra, es que muchos jóvenes reduzcan a una nimiedad aquel trágico capítulo de nuestra historia y la desgraciada dictadura posterior a este. He escuchado a muchos y muchas, a más de los que me gustaría reconocer, decir que eso «ya ha pasado y que no hay que removerlo”; a otros tantos y tantas, por su parte, también les he oído comentar, frente a la exhumación de Franco o de Primo de Rivera, que “hay que dejar a los muertos tranquilos”.

He de admitir que me inquieta enormemente escuchar palabras del estilo. Me preocupa que el trasfondo de estas afirmaciones, dichas a veces sin pensar, oculte la normalización de la etapa más oscura de la historia de España. Me turba que cada vez haya menos jóvenes con memoria democrática. Me estremece que reproduzcan el discurso de ciertos partidos políticos de extrema derecha, donde “las leyes de memoria histórica” van detrás siempre de la palabra derogar. Me remueve ver a mujeres y hombres de mi edad con el brazo en alto y entonando el cara al sol.

La mayoría de los y las jóvenes no son ni serán conscientes de que en España hay más de 2.000 fosas comunes, más de 58.000 víctimas, más de 58.000 familias sin poder enterrar dignamente a sus familiares. Muchos no tienen presente que, en Andalucía, son más de 500 fosas comunes las que aún no están abiertas, no llegan a comprender que más de 4.000 personas siguen enterradas en esas cavidades, que uno de esos cuerpos que aún no se ha encontrado ni desenterrado es el de Federico García Lorca, a quien mataron por dos simples razones, con dos sencillos tiros: “uno por rojo y otro por maricón”.

Personas exigen la exhumación de las 4.500 personas localizadas en las fosas comunes de Sevilla.

Esto lo recordamos cada vez menos jóvenes. Con el blanqueamiento de la ultraderecha española, cada vez son más las personas jóvenes las que reproducen discursos enalteciendo comportamientos o actitudes propias de aquella dictadura. No obstante, por cada uno o una que ‘bromea’ con un “con Franco se vivía mejor”, hay otra u otro joven que defiende la memoria histórica y la dignidad de todos aquellos a los que fusilaron por ser rojo, “maricón”, por ser mujer, por ser socialista, por ser pobre, escritor, redactor, comunista, ateo, de otra raza o de otra religión.

A mi no se me olvida la historia que me contó mi madre por primera vez: “A mi abuelo se lo llevaron un 24 de agosto cuando tu abuela tenía 13 años. Fue el último alcalde socialista de Paterna del Campo antes de la Guerra Civil. El 10 de septiembre lo mataron. Sabemos que está en la fosa de Villalba”.

Por eso, la dignidad y la memoria democrática son parte de mí y de esta organización, Juventudes Socialistas, porque no olvidamos a quienes cayeron defendiendo los derechos y libertades de las que disfrutamos, precisamente, ahora. De ahí, que creamos que la Ley de Memoria Histórica sea tan necesaria, porque cierra heridas y repara el daño. Es cierto que este tipo de leyes no pueden devolver a nadie a la vida. Ojalá. Pero, al menos, pueden devolver a las familias la honra y la dignidad de encontrar a sus familiares.

No podemos olvidar lo que pasó. Un país que olvida su pasado, tiene el riesgo de volver a cometer los mismos errores.

“Los fantasmas del pasado,

Desde el fondo de la tierra, gritan por la dignidad.

Se abre una fosa, se abre otra fosa y cierra esta herida,

Que nos devuelvan la honra, ya que sabemos de sobra que no podrán devolver la vida

Comparsa La Comunidad- Jesús Bienvenido.

 

Por la reparación, la dignidad y la justicia.

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