Los alumnos y alumnas del CEIP Andalucía, localizado en la localidad de Linares (Jaén), corrieron una enorme fortuna durante el fin de semana del 19 y 20 de octubre. Durante estos días, el techo de este centro educativo se vino abajo, lo que propició, por suerte, que ninguno de sus estudiantes, docentes ni el personal de mantenimiento sufriese daño alguno. «El azar ha evitado que tengamos una desgracia», reconocía el Sindicato Ustea, el que comunicó lo sucedido.
No fue, sin embargo, algo inesperado para el equipo directivo del colegio, que ya hace un año había advertido de la aparición de grietas en el comedor y en el gimnasio, a raíz de las fuertes lluvias registradas en determinados momentos del curso. No entienden, al igual que la propia organización sindical, qué actuaciones ha efectuado la Junta de Andalucía tras este llamamiento. Exigen a la Consejería de Desarrollo Educativo que actúe «con rapidez» para evitar un nuevo acontecimiento del estilo que sí que pudiese afectar al alumnado o a los profesionales del centro, garantizando lo más urgentemente posible la seguridad de todos ellos.
La Administración Pública, sin embargo, ha querido eximirse de responsabilidades y desplazárselas al Ayuntamiento linarense, gobernado también, como el ente público autonómico, por el Partido Popular, el competente, según entienden, para las subsanaciones en los centros públicos del municipio.
El grupo provincial del PSOE de Andalucía, el PSOE de Jaén, y su secretario de Organización, Jacinto Viedma, parlamentario andaluz por la provincia y, precisamente, maestro de educación de adultos y primaria, ha calificado el derrumbe de «extremadamente grave». El diputado jiennense ha señalado que lo ocurrido muestra «una vez más la incompetencia de la Consejería de Educación», al no «atender los avisos que le llegaban del centro y que le instaban a actuar para evitar males mayores».
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).