Juanma Moreno con una pulsera con los colores de la bandera andaluza

La asunción de las competencias ferroviarias: una de las tantas imposturas ‘andalucistas’ de Moreno

Conocer las problemáticas estructurales de una comunidad mermada históricamente como Andalucía le otorga al Gobierno de turno que rija en el territorio la capacidad no solo de trabajar en las diversas líneas de actuación que permiten a medio-largo plazo reincorporarse al tren del óptimo desarrollo social y económico y al vagón del bienestar de la mayoría social andaluza. También, y, desafortunadamente, facultad al regidor eventual la posibilidad de instrumentalizar a su parecer las necesidades que la comunidad y que su población necesitan en pos de esa mejora e integrarlas a la dinámica del electoralismo político bajo la capa de la eterna promesa incumplida. Una maniobra que siguen sabiendo articular Juanma Moreno y el PP andaluz frente a un sinfín de cuestiones que desviven al pueblo andaluz, deseoso de un adalid que les guíe de una vez por todas hacia la prosperidad, y que tienen en la transferencias de las competencias ferroviarias de manera integral a la Junta de Andalucía la última de estas continuas trampas.

El máximo dirigente de los populares en el Gobierno andaluz y su partido se han abanderado hasta en dos ocasiones de la desventura ferroviaria que sufre la comunidad andaluza, que, no harta de que las conexiones con el resto de puntos de la orografía nacional sean, cuanto menos, limitadas, no ha conseguido jamás articular una red de trenes que comunique adecuadamente al conjunto -sin excepción- de las provincias del territorio. La misma realidad de líneas de trenes de la autonomía andaluza en el marco nacional no deja dudas al respecto. La friolera de doce de las 15 grandes ciudades españolas que aún no tienen tren son andaluzas:  Marbella, Roquetas, Chiclana, El Ejido, Mijas, Vélez-Málaga, Alcalá de Guadaira, Sanlúcar de Barrameda, Estepona, La Línea, Motril y Rincón de la Victoria. 

Estas dos conatos, sin embargo, no han llegado a poder ser consideradas ni tan siquiera tentativas, pues Moreno ha sabido enarbolarse de esta sempiterna voluntad de los andaluces y andaluzas para sacarla a pasear en dos ‘timing’ políticos en los que, a su interés y el de su grupo, era beneficioso hacerlo: un par de meses previos a las elecciones andaluzas de junio de 2022 y como arma arrojadiza de los pactos del presidente español, Pedro Sánchez, con las formaciones catalanas para su investidura. Es pues la última de las imposturas ‘andalucistas’ que dice defender el malagueño.

Hace casi dos años, el 4 de abril de 2022, 75 días antes de que se celebrasen las elecciones al Parlamento de Andalucía (19 de junio), la por entonces consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, la popular Marifrán Carazo, actual alcaldesa de la ciudad de Granada, reclamó al Ministerio de Transportes la gestión en la red ferroviaria para operar trenes de Media Distancia. De hecho, el propio presidente andaluz se abrió entonces a la posibilidad de que fuese la Junta la encargada de conectar las diferentes capitales de provincias ante las deficiencias que adolecía la actual red. Un planteamiento que quedó tan solo en sugerencia.

Hace dos meses y medio, por su parte, todavía inmiscuido en la discursiva política del agravio comparativo entre Andalucía y Cataluña, tras las negociaciones entre el PSOE y las formaciones catalanas, Moreno y el PP andaluz aireaban, para sorpresa de muchos y muchas, su deseo de pedir al Estado el traspaso a la Administración andaluza de las competencias en materia ferroviarias -y la «financiación asociada»-. Este afán, que era recogido con importante agrado por formaciones de la oposición política como Adelante Andalucía, viendo en él una oportunidad significativa de dotar a la comunidad de mayor soberanía y autodecisión, especialmente en esta materia, volvió a quedar diluido en la última sesión plenaria, como ya ocurriese en 2022, tras la negativa de los populares y del máximo dirigente autonómico a solicitar dicha transmisión al Ejecutivo central para su gestión completa desde tierras andaluzas.

El Grupo Popular, gracias a la mayoría absoluta de la que disfruta en el Parlamento andaluz y junto con los votos desfavorables de Vox y Por Andalucía, rechazó en la última sesión plenaria, la del pasado jueves, instar al Gobierno de la Junta -que él mismo monopoliza- a «iniciar el estudio desde la perspectiva legal, material y de recursos humanos y presupuestaria, con el objetivo de solicitar las transferencias al Estado para la gestión integral de los ferrocarriles de cercanías y aquellos cuyo itinerario se desarrolle íntegramente en territorio andaluz, para su ejercicio por la Comunidad Autónoma de Andalucía». 

Moreno y el PP andaluz votan en contra de que Andalucía inicie el estudio previo para asumir las competencias ferroviarias

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