Es miércoles, decimotercera jornada de campaña y ya comienzan a contemplarse por el rabillo del ojo los comicios europeos de este próximo domingo. En pleno corazón de la Costa del Sol malagueña, en Benalmádena, Juan Espadas ha repuesto su particular batería política para el último trecho de campaña, y no precisamente porque haya podido descansar. Todo lo contrario.
La compañía de Sánchez, de la mano, sorprendentemente, de su pareja, Begoña Gómez, a la que Juan ha querido apoyar públicamente en el acto -«¡Gracias, Begoña!», le ha interpelado, por su presencia-, que tantas portadas de «tabloides» varios está copando y sobre la que tanto «fango» se está generando durante esta semana, y, de la cabeza de lista de la candidatura europea, Teresa Ribera, siempre sacan el carácter más aguerrido del líder del PSOE-A. «Tenemos argumentos, proyecto y una pedazo de candidatura», asevera decidido.
Juan no tiene ninguna duda: «El 9 de junio vamos a ganar las elecciones». Se atreve incluso a jactarse de cómo las ganarán: «Vamos a ganar con clase, con estilo». Enfrente, una derecha de Feijóo y Abascal «que solo sabe insultar, injuriar y enredar, pero que ni hablan de propuestas». Y no le falta razón. El PP se juega su particular sino en las europeas sin tan siquiera un programa electoral. En el sprint hacia el domingo, los populares siguen hablando de Begoña o de la amnistía, pero carecen de un documento extenso y articulado que pueda homologarse con el trabajo que sí han hecho otras fuerzas. A Vox, ahora bien, ni se le espera por estos fueros. Apenas han resumido sus planes en diez puntos. Bochornoso.
En el municipio malagueño, Espadas, que ha querido felicitar personalmente a su grupo por el «campañón que está haciendo», no solo se ha mostrado convencido de la victoria socialista este próximo 9 de junio, también ha reivindicado el «valor» y la «importancia» de lo público. Precisamente, en la provincia malacitana, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) decidió no renovar, este pasado viernes 31 de mayo, más del 60 % de los contratos que deberían comenzar a fecha de 1 de junio de este año, como denunció ese mismo día el sindicato de enfermería SATSE. Unos recortes que «agravan aún más» el déficit de plantilla que de forma crónica vienen soportando los centros de salud y hospitales malagueños.
Y es que si para el líder socialista andaluz hay algo, por encima de otras tantas cuestiones, que está denotando en Andalucía una gran «diferencia» entre las gobernanzas de PSOE y PP al mando de la Junta, esa es la gestión de la sanidad pública. «Se la están cargando y es la joya de la corona». Una inevitable realidad que espera que este domingo lleve a que «los dos millones de andaluces que están en lista de espera no voten por quienes se están cargando la sanidad, la que nos iguala», subraya.
Precisamente cuando dos olas que recorren el mundo, una reaccionaria y otra libertaria, de las que Europa no iba a ser menos, amenazan, «motosierra» en mano -como el presidente ultra argentino Javier Milei-, con debilitar el Estado del bienestar de los ciudadanos y ciudadanas, todavía una máxima de las sociedades democráticas occidentales, que haya proyectos que apelen por el valor de lo público y la justicia social son un soplo de aire fresco entre tanta visión, cuanto menos, pesimista y schopenhaueriano de la realidad.
Esa bocanada de frescura es la que representa hoy día el proyecto socialista de Europa y de país. Un plan que ya va camino de cumplir los cinco años, al frente del Gobierno, en territorio nacional y que ahora busca marcar todavía más la agenda de la eurozona. «Es el proyecto de Europa que queremos: de paz, convivencia, de futuro, de prosperidad económica, de riqueza y de justicia social», apunta.
Un modelo del que el líder de la formación en Andalucía, Juan Espadas, es todo un aventajado. Por eso, no le extraña que la derecha no quiera hablar de ello ni de economía, más si cabe a tenor de los más que positivos datos de crecimiento de empleo que fueron hechos públicos justamente ayer, y que solo quieran hablar «para meter ruido y empozoñar»: «Ellos prefieren hablar de la Europa y la España en negro».
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).
