La Junta de Andalucía está tramitando ya la norma que pondrá fin a la gratuidad de los museos andaluces. La polémica medida supondrá un coste de entre tres y ocho euros para visitar los 34 museos, conjuntos y enclaves culturales de gestión autonómica. La controvertida iniciativa legislativa hace evidente, además, la clara dicotomía de modelos del Ejecutivo de Moreno, que si bien se ha opuesto abierta y continuamente a la recaudación de la tasa turística, sí que ha promovido, por el contrario, el cobro de este tributo cultural, del que estaban exentos hasta ahora todos los ciudadanos de la Unión Europea.
La nueva norma pone fin a un longevo período de 23 años de gratuidad para el acceso a los museos y enclaves culturales gestionados por la Administración autonómica, desde que en 2001, esta decidiese que la entrada para andaluces, españoles y europeos fuese gratuita, salvo para visitar la Sinagoga de Córdoba (0,3 euros), el Conjunto Monumental de la Alhambra de Granada y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), cuyos precios públicos eran reflejados en una normativa propia.
Con excepciones y exenciones, la Junta de Andalucía pretende que el nuevo catálogo de costes para acceder a los museos andaluces responda a un mecanismo de tramo de precios, es decir, una suerte de gradación en función de la calidad y cantidad de los servicios ofertados en estos y en los que también se tengan en cuenta criterios como la ubicación, urbana o rural, o la accesibilidad, en el caso de conjunto arqueológicos de difícil acceso
De esta manera, los precios públicos quedarán establecidos en tres tramos: uno de tres euros, que es lo que costarán, por ejemplo, el enclave monumental de la Sinagoga de Córdoba y el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada; otro de cinco euros, que será el precio de la Alcazaba de Almería o el Museo de Bellas Artes de Granada, entre otros; y otro tramo de ochos euros para visitar el Conjunto Arqueológico Madinat Al Zahra de Córdoba, los Dólmenes de Antequera, el Museo de Málaga y el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).