El pasado sábado 5 de abril la manifestación estatal por la vivienda y contra su uso como bien de mercado tuvo en Andalucía una cita importante. Distintas capitales de provincia y ciudades importantes se movilizaron, en consonancia con el resto del país, congregando en total cientos de miles de personas en las calles reclamando políticas de vivienda justas y que faciliten su acceso a los colectivos más vulnerables: jóvenes y clase trabajadora.
En Sevilla, la movilización, que arrancaba desde el Parlamento andaluz y culminaba en Plaza Nueva, lugar donde se ubica el Ayuntamiento de la ciudad, tuvo un colofón que dejó a los asistentes vibrantes y coléricos, con un discurso del portavoz de Barrios Hartos, Juan García, que puso la ‘guinda’ a una jornada de manifestación que supo a poco. Con toda la ciudadanía que se movilizó rodeando en semicírculo la plaza, García se hizo con el micrófono tras la lectura del manifiesto y, en menos de un minuto, recargó la energía de todos los presentes y se alzó como portavoz de una frustración unánime y compartida.
El portavoz de Barrios Hartos, colectivo de Sevilla compuesto por barrios de clase trabajadora que sufren, cada año, cortes de luz por el abandono de la compañía eléctrica y las instituciones de las instalaciones e infraestructuras, comenzó advirtiendo: » Esto es un punto y seguido, la lucha continúa». «Las convocatorias no van a parar hasta que la vivienda sea un derecho de verdad», enlazó García con la primera frase elevando el tono y aumentando la energía, recibiendo los aplausos y el reconocimiento del gentío por el último alirón.
«Las convocatorias no van a parar hasta que la vivienda sea un derecho de verdad; hasta que los especuladores dejen de machacar nuestras vidas; hasta que la juventud tenga el derecho a tener una vivienda digna de verdad. Compañeros y compañeras, seguimos en las calles, seguimos en la lucha. Adelante, no van a poder con nosotros ni los especuladores, ni los rentistas, ni los fondos buitres, ni los gobiernos cómplices. Que viva la lucha de la clase obrera», finalizó para corear junto a los manifestantes un lema que durante todo el recorrido se repitió en reiteradas ocasiones: «Que viva la lucha de la clase obrera», por el carácter ciudadano, juvenil y de clase que tuvo la movilización ciudadana por la vivienda.

Periodista todoterreno especializado en comunicación política. Tratando de interpretar la actualidad con la mirada puesta en el sur.
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Codirector de Espacio Andaluz.