Cristian López DomínguezUno de los grandes males endémicos que acompañan a Andalucía es el modelo económico que históricamente viene caracterizando a la comunidad, dependiente de actividades propias del sector primario, como la agricultura y la ganadería, y de otras tantas del sector servicios, como el turismo y la hostelería, que la condenan en la particular división del trabajo dentro del territorio nacional y europeo a un estado de subalternidad frente a otras poblaciones que disfrutan, por ejemplo, de un tejido industrial potente.
Pese a ello, esta realidad, visible a los ojos de centenares de miles de andaluces y andaluzas, no ha encontrado aún un conjunto de políticas que busquen que sea revertida. Una particularidad de enorme calado que continúa encontrando ciudadanos que alcen la voz para evidenciarla y remediarla, como el caso de una malagueña (@alprodelima, en Tik Tok) cuyo vídeo en esta red social suma ya casi 16.000 ‘me gustas’ tras haber advertido que «quizás habría que darle una vuelta a que nuestra economía gire en torno a que vengan ‘guiris’ a torrarse al sol y hartarse de cervezas y espetos, y que se apostara un poquito más por la industria».
Sofía, como así se llama esta malacitana, ha sugerido que deben «crearse trabajos que no estén relacionados solo con la hostelería», pues «está muy bien que venga gente, pero no que toda nuestra economía dependa de eso». Uno de los problemas que origina esta dependencia abrumadora del turismo y la actividad hostelera es clara para esta costasoleña: «impacta directamente en la vivienda por el tema de los airbnb y de todos los alojamientos turísticos» («estando las personas de 30 años que no nos podemos comprar una casa porque están los alquileres por las nubes», como lamenta), algo que se magnifica muchísimo más en Málaga, donde esta joven asegura que «la ciudad está a disposición del ‘guiri'».
Vídeo: @alprodelima en Tik Tok
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).
