Representación de la obra de la ópera Tosca de Puccini dirigida por Rafael R. Villalobos en el Teatro Maestranza de Sevilla, donde se profirieron insultos homófobos a un beso homosexual

El estreno de la ópera Tosca de Villalobos y el abucheo homófobo más bochornoso en la historia del Teatro Maestranza de Sevilla: «Ya tenemos bastantes maricones en la tele»

El Teatro de la Maestranza vivió algo insólito, inaudito, este pasado jueves 8 de junio. El reconocido y flamante espacio sevillano de las artes escénicas, la ópera, la música y la cultura vivió noche el capítulo más aciago y deplorable de sus casi tres décadas de vida. El estreno de la adaptación de Rafael R. Villalobos de la archiconocida ópera Tosca de Puccini sobre las tablas del coliseo hispalense no solo supuso la constatación una vez más del talento del joven director de escena sevillano, valiente y comprometido como pocos en el panorama nacional actual. También fue, desgraciadamente, el objeto de los abucheos e insultos, «manifiestamente homófobos» -subraya el propio director-, más bochornosos que se han testimoniado en este destacado enclave escénico: improperios de la talla de «ya tenemos bastantes maricones en la tele» o abandonos de espectadores en mitad de la representación apenas fueron ápices del deleznable ‘espectáculo’ paralelo que se viviese en las butacas del Teatro Maestranza.

Fue al inicio del segundo acto cuando, la irrupción de Pino Pelosi, el chapero condenado por su asesinato, y la dramatización de su encuentro con Pier Paolo Pasolini -a los sones de ‘Love in portofino’ (una canción ligera italiana de la década de los 50)-, «beso en la boca» incluido entre ambos, suscitó la protesta homófoba de una parte del público asistente que, no contenta con silbar y abuchear, comenzó a proferir ofensas del tipo «maricones» o «fuera, fuera». Otros abandonaron el teatro afirmando airadamente haber venido a «ver una ópera, «no esto»; decían «no haber pagado para ver eso». Hubo quienes, incluso, «aguantaron hasta el final para, cuando saliera Villalobos, volver increparle» -comentaba en Twitter Paloma Jara, una de las presentes- Cabe destacar, eso sí, que la inmensa mayoría de los congregados en la imponente sala contestó con aplausos hacia la obra y los intérpretes. Lo más paradójico, además, es que cerrando ese mismo acto, un hombre intenta violar a una mujer. El reaccionarismo, sin embargo, de esa minoría cavernaria destacó por su ausencia.

El colectivo LGTBI denunció el incidente, que cogió a muchos «por sorpresa», dado que «un espacio como el Teatro de la Maestranza nunca se había visto una reacción tan negativa», como señaló a elDiario.es el activista LGTBI y presidente de la Red de Municipios Orgullosos, Manolo Rosado, y calificó lo sucedido como un evidente episodio de «homofobia», sentenciando que de haber sido el beso entre un hombre y una mujer la reacción de esa parte del público «no hubiera sido la misma». Fuentes del propio Teatro de la Maestranza compartían la estupefacción ante los abucheos e indicaban que «nunca» se había producido algo similar en el Maestranza, más si cabe, «en mitad» de una representación,. recuerdan que comprar una entrada a la ópera supone ciertas «reglas no escritas» tales como «la valoración del espectáculo a la conclusión del mismo» y no durante.

La obra, que regresaba al prestigioso espacio hispalense por cuarta vez reconvertida en una coproducción a nivel internacional gestionada por los teatros de La Monnaie de Bruselas, la Ópera de Montpellier, el Gran Teatre del Liceu y el propio Teatro Maestranza, volverá a ser representada hoy 11 de junio y lo hará también los próximos días 13, 14, 16 y 17 de este mismo mes.

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