Juanma Moreno ha anunciado este mediodía, en una conferencia en la sala de prensa de San Telmo, – no se admitían preguntas – los cambios que sufrirá su Gobierno, en cuanto a la reordenación de las piezas que lo componen. Así, Moreno ha reordenado al equipo sustituyendo a las personas al cargo de las dos consejerías que más dolores de cabeza han ocasionado al ejecutivo popular, Salud y Educación, que, pese a ello, siguen manteniendo un puesto de responsabilidad en otras áreas.
El «gatopardismo» es un concepto que se utiliza en ciencias políticas, que proviene de la novela ‘El gatopardo’, y que viene a significar «que todo cambie para que todo siga igual». Este principio es el que ha enarbolado Juanma Moreno para realizar los cambios en su Gobierno, puesto que los consejeros y consejeras responsables de las áreas que más críticas han recibido seguirán formando parte del Gobierno, por lo que su gestión, si se ha valorado, no se ha tenido en cuenta.
El primer cambio significativo es la salida de Catalina García de la consejería de Salud y Consumo, cuya gestión ha estado, constantemente, envuelta bajo la sombra de la paulatina privatización del sistema sanitario público andaluz, comandada por los propios sindicatos y agentes sanitarios. El polémico Plan de Verano y el desastre con los MIR han sido las últimas polémicas de la consejera que ahora pasará a ocuparse de la consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, desplazando a Ramón Fernández Pacheco a la consejería de Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Rural.
En lugar de Catalina García, Salud estará a cargo de Rocío Hernández Soto, que dirigía la zona sanitaria Aljarafe Sevilla Norte. Otro cambio de gran calado ha sido el de Educación, otra consejería que acapara numerosas críticas de sindicatos, AMPAs y personal educativo. Hasta ahora había sido Patricia del Pozo la cabeza visible de la misma, pero ahora Moreno la ha desplazado a ocupar una nueva consejería: Cultura y Deporte. En su lugar, se hará cargo de la Consejería de Educación María del Carmen Castillo, que vuelve a la arena política después de haber sido viceconsejera de Javier Imbroda.
Con el paso de Del Pozo a Cultura y Deporte, la Consejería de Turismo se desprende de dos áreas que el actual consejero, Arturo Bernal, no había sabido sacar el máximo rendimiento. Una consejería que ya nació ‘maldita’, pues se entendió como un arrojo de intenciones el priorizar el Turismo a la Cultura en su nomenclatura.
Con este baile de nombres el ya exportavoz del Gobierno, Ramón Fernández Pacheco, también cede ese protagonismo a Carolina España, que se mantiene en la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos y asume la portavocía del Gobierno. Serán, por tanto, un total de 14 consejerías, una más que el primer diseño tras la mayoría absoluta, con 8 mujeres y 6 hombres.
El Centra como telón de fondo
Moreno ha acometido estos cambios porque, según ha declarado, un Gobierno tiene que «escuchar y dialogar. Estamos funcionando de manera aceptable, aunque tenemos errores y los seguiremos teniendo», ha afirmado el máximo mandatario andaluz.
La escucha y diálogo que Moreno ha podido realizar con los andaluces en las últimas semanas ha podido reflejarse en el Centra donde, aunque de manera insignificante, el PP perdía intención de voto: 1,5%. Del mismo modo, la Sanidad y los recortes se reflejaban como uno de los principales problemas para la ciudadanía, ocupando el segundo lugar con un 11,9%.
Sin embargo, el cambio de piezas solo visibiliza que el presidente de la Junta de Andalucía no ‘castiga’ a sus consejeros más polémicos, sino que apaga los fuegos y desvía los focos con caras nuevas en las consejerías más importantes.
Periodista todoterreno especializado en comunicación política. Tratando de interpretar la actualidad con la mirada puesta en el sur.
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Codirector de Espacio Andaluz.