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Más de cuatro puntos en seis meses, la significativa pérdida en intención de voto del PP-A que asoma a un primer precipicio a Moreno

Moreno ya atisba un primer precipicio en su, hasta hace meses, plácida estancia en San Telmo a los mandos de la Junta de Andalucía:  la pérdida de la mayoría absoluta. La estrepitosa estampa que puntales del Estado social andaluz, como la sanidad, la dependencia y la educación, padecen desde que el dirigente malagueño asumió la gobernanza de la Administración andaluza, especialmente, desde que lo hizo en solitario, merced a la mayoría absoluta que le brindaron los andaluces y andaluzas hace algo más de dos años, ha ido fraguando un clima cada vez más crítico con su gestión que, hasta la fecha, ha intentado esconder bajo la alfombra y con mucha propaganda.

Las cifras recogidas en el último barómetro elaborado por el Centra, hecho público hoy mismo, ya vislumbran un desgaste en la opinión pública sobre la gestión del Ejecutivo que lidera el malagueño -y no es para menos-. La dinámica no deja lugar a dudas, por optimismo que siga habiendo, lógicamente, por los alrededores de la sevillana calle de San Fernando -donde tiene su sede el PP-A-: un descenso en intención de voto de 4,3 puntos porcentuales en solo seis meses, desde el 46,1 % de la confianza que disfrutase de la población andaluza en marzo de este curso, hasta el 41,8 % de la que, a 21 de octubre de 2024, goza.

De este modo, lo que a principios de año era una apacible horquilla de 58 a 61 escaños, ha pasado a ser medio año después una de 56-58 asientos, es decir, de 2 y 3 escaños inferior, y cabe recordar que la mayoría absoluta en el Parlamento de Andalucía está en los 55. El horizonte próximo a corto y medio plazo, además, no invita a ser esperanzador, sino todo lo contrario.

Con una listas de espera que entre datos oficiales y datos ocultos -los de pruebas diagnósticas, que no hace públicos el Gobierno andaluz desde que precisamente los populares andaluces llegasen al poder en 2019- rozan e, incluso, podrían superar los dos millones de pacientes, con otras de la dependencia en las que en 2023 fallecieron hasta 8.771 personas mayores sin ser atendidas -llegando la resolución media de la Ley de Dependencia a alargarse en Andalucía hasta casi los 21 meses- y con el cierre de más de 2.500 aulas públicas en el sistema educativo de la comunidad, las protestas, movilizaciones y concentraciones ya están empezando a ser más que frecuentes en territorio andaluz y el clima puede volverse irrespirable progresivamente para la comodidad de Moreno y de su formación.

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