El estado de salud de la dependencia en Andalucía es, como mínimo, muy alarmante. Tras el drama de decenas de miles de dependientes, un exclusivo responsable concentra las voces críticas a su, a todas, inefable gestión: el Gobierno andaluz. Las cifras son incuestionables: 8.771 personas mayores murieron en 2023 en la comunidad sin ser atendidas en la lista de espera de la dependencia, cuya resolución, de media, se alarga hasta los 603 días -más de 20 meses- en territorio autonómico.
El informe del XXIV Dictamen del Observatorio Estatal de la Dependencia, elaborado por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, así lo atestigua. Según este dossier, entre diciembre de 2022 y noviembre de 2023 fallecieron en Andalucía 39.782 personas con solicitud de dependencia, un 10,14 % más de lo esperado. De este grueso, una vez excluidas las personas que no acreditaban finalmente situación de dependencia (sin grado), 37.445 andaluzas y andaluces, entre personas con derecho y personas pendientes de resolución de grado, fallecieron en esta lista durante todo el curso 2023.
¿Dónde está, ahora bien, lo demoledor de este informe? Su contundencia y sus trágicas conclusiones radican en que si bien de esta población ya difunta, el 76,6 % estaba siendo atendida, hasta un 23,4 % restante, las citadas 8.771, perecieron en la nómina de espera, aguardando para recibir su derecho a la dependencia: el 12,8 % -4.799 dependientes- lo hizo a la espera de la resolución del grado de atención especializada que requerían, y el 10,6 % -3.972 dependientes- ya tenía el derecho reconocido pero afanaba que fuese resuelta definitivamente la prestación.
Estas más que inquietantes cifras son paradójicas si atendemos a la relación entre disponibilidad de recursos económicos y gestión de esta atención especializada para personas mayores en Andalucía durante la última década, que deja en muy mal lugar al Gobierno de Moreno. Y es que en cuanto a fondos dispuestos para cumplir con la Ley de Dependencia, el Ejecutivo liderado por el malagueño ha disfrutado en los últimos seis años de 1.477 millones de euros más, para un total de 2.956 millones, que han llegado desde el Gobierno central, en esta etapa dirigida por Pedro Sánchez (PSOE), que los que recibiese Andalucía a manos de la anterior gobernanza de su excompañero de filas Mariano Rajoy (2013-2018), donde la cantidad de fondos estatales destinados para la dependencia andaluza fue de 1.478 millones de euros.
De hecho, en el presente curso, el Estado ha presupuestado la llegada de un monto de 729 millones de euros, mientras que en 2018, el último año de mandato de Rajoy y del Partido Popular en Moncloa, esta cantidad no superó los 250 millones (248, concretamente). Es decir, 481 millones de euros más en estos momentos.

Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).