Imagínense, por un momento, que mientras los termómetros marcan una máxima para hoy de 34 grados en la provincia de Sevilla, tenga que estar hacinado en un aula, junto con otra veintena de compañeros y compañeras, sin aire acondicionado y solo con un ventilador rudimentario que oxigene a toda la clase.
Esa era la estampa que se iban a encontrar los alumnos de cuarto de la ESO en el Instituto de Educación Secundaria El Molinillo de Guillena (Sevilla), que, desde la pasada semana, carecen de aire acondicionado, al estar este estropeado, y que comparten clase con alumnos en aulas que solo cuentan con un ventilador. La solución del alumnado y de los y las docentes ha sido tajante: negarse a entrar en las instalaciones y concentrarse en las puertas de este instituto público guillenero para protestar por la falta de estos aparatos en las aulas.
Según ha explicado la presidenta del AMPA del centro, Mari Carmen Cañas, a Cadena Ser, el edificio de nueva ampliación donde han sido reubicados estos alumnos y alumnas, inaugurado el pasado mes de diciembre, se ha hecho sin sistema de bioclimatización, “algo incomprensible en pleno siglo 21” y que el colectivo de madres y padres denunciará en los próximos días ante la delegación de Educación.
Andalucía continúa concentrando una cantidad ingente de aulas de este tipo en centros públicos que continúan sin tener garantizado un sistema de bioclimatización que haga frente a las altas temperaturas en verano. Una problemática que no solo contemplan colegios cuyas infraestructuras son arcaicas, sino que también, como ocurre en el IES Molinillo, se reproduce en algunas de las nuevas construcciones desarrolladas.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).