Bajo mínimos históricos. Esta es la drástica situación que vive la educación pública andaluza de la mano de los actuales gestores autonómicos que dirimen su devenir. El sistema educativo público de la comunidad agoniza progresivamente, mientras su homóloga, la educación concertada, sigue siendo ‘regada’ con cantidades millonarias. La dinámica, ahora bien, no es nueva. Es el quinto año que la comunidad educativa denuncia estas demoledoras prácticas, que ya se han cobrado la ‘vida’ de más 2.000 aulas públicas en este lustro. Ciertas de estas praxis, además, han levantado, además, especial enojo dentro del colectivo educativo, que cree tener la sospecha fundada de que la Junta elimina progresivamente líneas educativas de algunos centros escolares para, posteriormente, suscitar la clausura de estos.
Uno de los ejemplos más clarividentes que ha hecho recelar a docentes y familiares de alumnxs es el del CEIP Adolfo Castro de Cádiz capital, que durante los últimos años ha ido sufriendo el cierre de líneas, mientras que la escuela concertada más cercana mantenía intacta la totalidad de las suyas. Grupos políticos de la oposición gaditana, como IU Cádiz ciudad, creen que desde la Junta de Andalucía «hay intenciones» de cerrar este colegio para el próximo curso 2024/25, que dejaría sin un solo centro público de referencia en sus barrios a los vecinos y vecinas de Puntales y de Cerro del Moro. La formación progresista, en declaraciones de su responsable de Educación, Aída Fernández, desvela que era algo que la Administración andaluza «estaba barajando desde hace tiempo, y que hasta cierto punto ha provocado», teniendo en cuenta que el Partido Popular andaluz anda «retirando recursos de la escuela pública sin tocar ni uno solo de la concertada», convirtiendo, por consiguiente, este concierto en un «privilegio».
La estratagema denunciada, además, es muy satisfactoria para los intereses de la Consejería de Educación de cara a la galería de la opinión pública. Como en otros tantos casos, «técnicamente el colegio no lo cierra la Junta», como confiesa la presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de los colegios públicos de la capital gaditana (Flampa), pero «deja que ocurra porque ayuda en nada». La eliminación de líneas, propiciando que se constituyan aulas mixtas con alumnxs cuyo abanico de edad va de entre los 3 a los 8 años no es, generalmente, del agrado de las familias, que acaben eligiendo las alternativas concertadas. De este modo, Educación «se beneficia» de que finalmente sea «una decisión del consejo escolar del colegio» para no ser señalada como la causante del cierre, como ha ocurrido en el CEIP Adolfo de Castro, un centro caracterizado, ahora bien, por excelentes condiciones y novedosas técnicas educativas, pero que ya entrevé su extinción.
Periodista. Magíster en Comunicación Institucional y Política. Pasé por EL PAÍS y Agencia EFE. Codirector de Espacio Andaluz (EA).