Cualquiera que haya vivido o crecido al amparo de un animal doméstico sabe de la importancia que adquiere su mirada. Nuestra felicidad llega a depender hasta tal punto de la suya, que empieza a despertar en nuestro interior un halo de humanidad hasta entonces deshabitado. El cariño, la preocupación, el cuidado, son palabras que aparecen en tu vocabulario cuando te enfrentas al desafío de cuidar de un cachorro abandonado, cuya supervivencia depende de ti; o de un pájaro que han traído tus padres; o de un gato que acabas de adoptar. La mirada los humaniza y nos naturaliza.
Después de una exitosa primera temporada, Patas Arriba, el programa de Canal Sur -el primero en España- que defiende los derechos de los animales, arrancará, de nuevo, el próximo 6 de enero, abriendo, además, la ventana a la adopción, para ayudar, aún más, en este servicio imprescindible que presta desde la televisión pública andaluza: concienciar sobre los derechos de los animales y luchar contra su maltrato y abandono.
En esta lucha se enfrascó hace unos meses Mar Vega, la presentadora -que no protagonista- de este renovado formato, que busca poner en el punto de mira una mayor educación para paliar estos problemas. Así lo ve la presentadora, que hace hincapié en este punto cuando sale a colación las cifras de abandono animal en Andalucía, que ha crecido un 15% en este último año:
Es un problema de educación. Hay que educar a los niños a tratar con los animales, a tratarlos como parte de su familia. Los animales no son un juguete, no son regalos. Tiene que haber un previo consenso familiar. Una vez decides tener un animal, es para toda la vida. Los animales no son juguetes, vamos a metérnoslo en la cabeza.
Mar se describe a sí misma como amante de los animales, y, concretamente, como apasionada de los perros. Un animal que ha estado presente en la vida de Mar Vega desde sus inicios, pues siempre recuerda su casa con una alta presencia de ellos, una costumbre que ha hecho extensible hasta el día de hoy. La afición por este animal le viene de su padre, afirma: “es una pasión heredada de mi padre”. Pero, además, en su casa siempre estuvo rodeada de otros animales, como cobayas, conejos, tortugas, loros –de los que admira su inteligencia-, perros, pájaros, hámster…
Su pasión por los perros es tal, que durante esta primera temporada, Vega ha estado acompañada durante los programas por su co-presentador, Micky, su perrito, que representaba a los animales que ayudan a las personas. A esos Mickys que hacen la vida feliz a la gente. Una presencia que ya, en esta nueva temporada, será menor, debido a la edad de este y a las largas jornadas laborales a las que se tenía que enfrentar.
Esta labor de ayuda por parte de los animales ha estado muy presente en el programa. De hecho, Vega habla de que en la primera temporada ha habido momentos de felicidad, pero también ha tocado vivir momentos duros. De ahí la intención de mostrar la capacidad de los animales para mitigar el dolor de las personas. Si tienes un animal no estás solo.
En esta primera temporada, también ha dado tiempo de encontrarse con un mundo que hasta este momento desconocía. De entre todas sus novedades, Vega ha destacado la gente que trabaja por los animales en refugios, protectoras… sin ningún tipo de ánimo de lucro, todo por el amor a los animales. Precisamente, es en estos lugares donde ha tenido lugar una de las revelaciones más crudas, al descubrir que la mirada de un animal sin familia es muy dura. Ellos lo que buscan, sin saberlo, es una familia, afirma tras contar lo duro que se hace, tanto para el animal como para sus cuidadores, el paso del tiempo sin conseguir el objetivo de la adopción.
Otro tipo de miradas fue las que la presentadora de Patas Arriba experimentó durante una etapa difícil de su vida, cuando tuvo que lidiar con una enfermedad, y su perro, Micky, estuvo presente para ayudar a superarla. Fue esta conexión en este momento difícil el que llevó a Mar Vega a luchar por el surgimiento de este programa.
Yo he pensado, si en un momento de mi vida de salud importante, difícil, él me ha ayudado a mí, ni yo soy la única ni él es el único. Esto se tiene que repetir por todos sitios. Efectivamente. El programa está demostrando que igual que a mí Micky me ayudó en un momento difícil de mi vida y me abrió un camino que yo en ese momento lo tenía cerrado, estamos viendo que hay muchos animales que ayudan a las personas. Muchos.
Periodista todoterreno especializado en comunicación política. Tratando de interpretar la actualidad con la mirada puesta en el sur.
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Codirector de Espacio Andaluz.