Una decena de ciudades en Andalucía salían a las calles el pasado sábado 5 de abril en protesta contra el negocio de la vivienda. Almería, Cádiz, Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María, Tarifa y La Línea de la Concepción (Cádiz), Granada, Málaga y Sevilla acogieron a miles de manifestantes que clamaban contra el abuso que se está llevando a cabo con la ciudadanía, impidiéndoles acceder a una vivienda digna y sin que los poderes públicos medien de manera efectiva.
De todas las ciudades andaluzas la más multitudinaria fue Málaga, como cabía esperar, donde se congregaron miles de ciudadanos (5.000 según Subdelegación y 30.000 según organizadores) en una movilización que tuvo como protagonistas a los barrios de la ciudad. Se esperaba y se transmitía así: Málaga sería la ciudad andaluza que más manifestantes congregaría. Los motivos son varios, pasando desde la ‘competencia’ en la capital de Andalucía entre las movilizaciones de Sanidad y Vivienda a que es la provincia más afectada por el creciente problema del aumento del precio de la vivienda.
El precio de la vivienda en Málaga ha subido a los 4.000 euros el m2 de media y el alquiler supera ya los 1.200 euros mensuales. Esto limita mucho la accesibilidad, sobre todo a los colectivos más vulnerables: jóvenes y clase trabajadora. En este sentido, desde la organización convocante, Málaga para Vivir, tuvieron claro que el protagonismo era de los vecinos y vecinas que sufren y lidian diariamente con estas consecuencias. Por ello, el recorrido transitó por el centro de la ciudad -la zona más afectada- y, a su vez, distintos barrios obreros, como el Perchel o el Bulto, hasta coronar la farola de Huelin.

La pancarta de la manifestación estaba sostenida por «inquilinas, precarias, migrantes y desahuciadas», algo que, por tercera vez consecutiva, la organización pone en valor y reivindica, para constatar que el negocio de la vivienda tiene víctimas y, en esta ocasión, lideraban una movilización ciudadana.
«La ternura y la rabia se dan la mano cuando la reproducción de la vida se enfrenta a las violencias del rentismo, la especulación y la precariedad. La ternura de las que acogen a los recién llegados y la rabia de las que luchan por su vivienda; de las que van a la huelga o ponen el cuerpo parar proteger a las suyas de la violencia inmobiliaria», explican desde la Plataforma.
Los vecinos y vecinas de Málaga, Andalucía y España, advierten que la lucha ciudadana por el acceso de la vivienda «solo ha hecho que empezar», mandando un mensaje claro y directo a las instituciones.

Periodista todoterreno especializado en comunicación política. Tratando de interpretar la actualidad con la mirada puesta en el sur.
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Codirector de Espacio Andaluz.