El andalucismo político y social más comprometido ya está de vuelta a niveles prepandémicos

El andalucismo político y social más comprometido vuelve a estar de vuelta, alcanzando niveles prepandémicos. Esta conclusión es, sin duda, la más grata de las noticias que desprendiese la convocatoria a «inundar las calles» realizada por la Plataforma 28F con motivo del festejo del Día de Andalucía. Varios miles de andaluces y andaluzas, 8.000 según organizadores, 1.500, en cambio, según la Policía, se lanzaron a las calles en una jornada, como bien señalaban numerosas voces al alentar a la población andaluza a movilizarse, no solo de celebración por la efeméride, sino de reivindicación y defensa de la soberanía andaluza, lo público y la paz.

No son pocas las figuras andalucistas con mayor recorrido, algunas de ellas allí presentes, las que siguen sorprendiéndose de la respuesta masiva a tomar las calles de la población andaluza. Especialmente, dada la congregación más reservada que había sido registrada desde la pandemia hasta la fecha en movilizaciones por el 28F o el 4D. Amén de la amplia respuesta de la sociedad civil, este miércoles se dieron cita en Sevilla decenas de movimientos sociales (mareas blancas de diferentes puntos de la orografía andaluza, especialmente las sevillanas de Aljarafe o la Sierra Sur; mareas verdes como la de Docentes Unidos Andalucía; asociaciones memorialistas; o, asociaciones en defensa de los derechos del personal de atención domiciliaria, entre otras muchas), un extenso catálogo de formaciones políticas (Izquierda Unida, Podemos, Adelante Andalucía, Sumar, Partido Comunista, Iniciativa del Pueblo Andaluz, Andalucía x Sí,Alternativa Republicana, PACMA, Verdes Equo, Rebeldía, etc.), otro tanto de organizaciones sindicales (como el Sindicato Andaluz de los Trabajadores (SAT) o la Unión de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores en Andalucía (USTEA)) y la plataforma Andalucía con Palestina -a la par que colectivos propalestinos-.

Una alta participación y una alta heterogeneidad de participantes que quisieron ‘levantarse’, ahora bien, bajo las macroideas comunes del reclamo claro de mayor soberanía y autogestión para el territorio, de la defensa de los intereses de Andalucía y de los andaluces y andaluzas, de la salvaguarda de los servicios públicos de la comunidad y de la paz en Palestina.

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